viernes, 15 de enero de 2010

Los papelones del periodismo por dos pesos

Por Adriana Schettini.- No hay nada que excuse a un medio periodístico del deber de chequear la información. Nada que lo libere de la responsabilidad de dar noticias ciertas. Y nada es nada. Ni siquiera la ambición de integrar las prácticas de la web 2.0 a los medios tradicionales. Pero los directivos de Televisión Española (TVE) parecen haber olvidado el ABC de periodismo y el asunto se convirtió en un escándolo. No es para menos: puesto informar sobre el terremoto de Haití, el canal público español puso al aire falsos videos.

Así lo explica el diario El Mundo: "TVE emitió el miércoles en sus informativos y por su página web un vídeo sobre el terremoto de Haití con imágenes que no se correspondían con la catástrofe. Es el momento del terremoto, en este vídeo de aficionado se aprecia cómo una construcción se desploma por completo y el terrible estruendo", se escucha en la pieza. En realidad, son imágenes de una fuerte tormenta que se desató en el festival Heineken de música de Venecia de hace tres años, y que algún desaprensivo colgó en Youtube bajo el titular Haiti terremoto. Lo que el vídeo de TVE dice que se desploma no es otra cosa que una gran torre de luz y sonido instalada frente a uno de los escenarios del festival. El mismo vídeo que se la jugó a TVE lo colgaron otros desalmados el año pasado en el servidor de imágenes de Google para atribuirlo al tsunami de Samoa. Si se teclea en Youtube la página Heineken disaster' se ve la pieza completa del festival, incluido el colapso de la torre de música y las risas de algunos asistentes alojados en tiendas de campaña".

¿Querían más noticias truchas? En Televisión Española, ya las tienen. Según cuenta el citado diario, el mismo día, a la hora de informar sobre el temporal de lluvia y nieve, en la segunda edición del Telediario, la conductora Pepa Bueno "presentó unas imágenes de San Lorenzo de Calatrava, en Ciudad Real". "Es un vídeo doméstico que nos ha llegado hoy pero que se grabó durante las riadas de hace dos semanas. El agua arrastra la tierra, rompe el asfalto y hace desaparecer finalmente, como ven, la carretera", decía. Todo mentira: "En realidad, como ha aclarado JMNoticias, estas imágenes tuvieron lugar en Maine, EEUU, hace ya dos años y fueron grabadas por el fotógrafo Kevin Fowler de News 8", explica El Mundo.

Un portavoz de TVE se excusó con un par de frases hechas: "estamos investigando las causas del error"; "lamentamos profundamente lo sucedido y pedimos disculpas".

Los sindicatos le respondieron, indignados, y acusaron al canal de estar apostando al periodismo x dos pesos."Tienen que rodar cabezas, porque en el caso de la pieza de Haití puede haber habido una torpeza, pero en el de Ciudad Real, ha sido un directivo (el responsable de Informativos de Castilla-La Mancha) el que no ha tomado la precaución de verificar las imágenes", se quejó Teo Altieri, presidente del Comité General Intercentros (CGI) de RTVE. Y agregó: "Igual que a un trabajador se le suspende de empleo y sueldo varios días por un fallo, que también se tomen medidas con alguien que daña el prestigio de cientos de trabajadores. Una televisión pública como TVE no puede estar cogiendo imágenes de Internet así como así".

¿Qué es lo que permite que se cometan dos errores de semejante calibre en el mismo día? Los sindicalistas españoles lo explican sin rodeos: "resulta obvio deducir que lo sucedido es una consecuencia inevitable de la precariedad en el trabajo y de la reducción de plantillas que vive RTVE", declararon.

El problema de la precarización del periodismo no es una exclusividad de España ni de la televisión. Se diría que es una peligrosa tendencia que se está haciendo carne en los medios de comunicación. Tengo para mí, que en el fondo hay un gran malentendido: so color de fomentar la participación de lectores, televidentes y oyentes, lo que en verdad se hace en muchos casos es suponer que los aportes gratuitos y amateurs del público pueden suplir la tarea profesional y rentada de los periodistas. Es una pena que en vez de aprovechar las nuevas tecnologías para mejorar la calidad de la información se suponga que Youtube, Google, las camaritas web de los ciudadanos, las redes sociales y la tecnología celular en manos de no importa quién evitarán la contratación de personas idóneas y dedicadas a la tarea de ejercer el oficio periodístico. A no engañarse: los aportes del público pueden ser valiosos si y sólo si son chequeados y contextualizados por profesionales de la información. Llamemos a las cosas por su nombre: cuatro improvisados con banda ancha no se convierten ipso facto en periodistas sino en monos con navaja. Y si la idea es ahorrarse los sueldos del personal capacitado, que los medios tradicionales dejen de decir que Internet los está matando. Digan, mejor, que optan por suicidarse.

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