martes, 22 de diciembre de 2009

Cecilia Roth y Julio Chávez: ¿De qué hablamos cuando hablamos de amor?


Por Adriana Schettini.- La historia de Sofía y José dará un salto en el tiempo: esta noche, el último capítulo de Tratame bien (El Trece, 23 horas) los mostrará tras un año de separación. En ese lapso, prácticamente no se hablaron. Ahora, se reencontrarán porque el hijo de ambos, Damián (Martín Slipak) regresó al país tras una larga estadía en Francia. El matrimonio descalabrado que Cecilia Roth y Julio Chávez compusieron magistralmente se dejará tentar por las edulcoradas emociones navideñas. Sofía propondrá que la familia desmigajada se reúna en la Nochebuena. José tendrá sus reparos.

Poco importa si los guionistas finalmente se niegan a unir en Navidad lo que 22 años de convicencia matrimonial ha separado o si ceden al pensamiento mágico de que la Nochebuena es capaz de restaurar el amor despedazado por obra y gracia de doce campanadas. A mi modo de ver, cualquiera sea el desenlace que Tratame bien haya previsto para el conflicto de sus personajes, el ciclo tuvo el mérito de invitarnos a pensar sobre algunas cuestiones del amor en la vida real. Por caso, las siguientes:

  • ¿De qué sirve que un hombre y una mujer sigan viviendo bajo el mismo techo cuando después de dos décadas de casados ni siquiera recuerdan dónde y cuándo dejaron olvidada la pasión que alguna vez sintieron?
  • ¿Es la pareja un trabajo cotidiano en el que hay que remarla día tras día? ¿O será que cuando el amor empieza a demandar negociaciones como si se tratara de un gremio en paritarias es porque se ha convertido en un enfermo terminal?
  • A Sofía y José, el deseo, la risa y la fascinación mutua se les volvieron tedio, irritación y en ocasiones, hasta desprecio del uno por el otro. ¿Habrá camino de retorno cuando una pareja está instalada en ese territorio minado de rencores?
  • ¿Qué se puede esperar de una terapia de pareja? ¿Que resucite la pasión extinta? ¿Que ayude a sus integrantes a acomodarse en la meseta de la tolerancia mutua para continuar juntos sin tanta pena y con ninguna gloria? ¿Que prepare a los futuros ex para transitar un divorcio sin grandes escándalos y en un marco de corrección política?
  • Suele decirse que el amor apasionado tiene fecha de vencimiento y que llegado ese punto, para seguir unidos es necesario convertirlo en otro sentimiento. Se habla de cariño entrañable y de proyectos compartidos... Pregunto: ¿No sería mejor entonces llamar las cosas por su nombre y asumir que lo que alguna vez fue una pareja ahora se ha convertido en una gran amistad o en dos socios llenos de lo que los juristas llaman affectio societatis (predisposición de los integrantes a actuar en forma coordinada para alcanzar el objetivo de la sociedad, postergando los intereses personales en aras del beneficio común)? Si de lo que se trata es de ser socios y amigos, ¿es necesario seguir despertándose en la misma cama y tener sexo cada tanto, antes por hábito que por la sensación de que el cuerpo del otro es el paraiso?

En todo esto me hizo pensar Tratame bien al final de cada capítulo. Estas han sido mis preguntas. Si tenés ganas, contame tus respuestas y aprovechemos un estupendo unitario de TV para aprender algo más sobre nosotros mismos.

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