miércoles, 23 de diciembre de 2009

Los argentinos vs. los personajes de ficción

Por Adriana Schettini.- ¿Qué desean los argentinos para 2010? Según la investigación de TNS Argentina, el 50% pide "que haya trabajo" o "mejores condiciones de trabajo". El 32%, "que mejore la situación del país". El 25%, "bienestar" o "salud familiar". Sólo el 20% prioriza deseos tales como "comprar", "remodelar la casa" o "tener un auto". Y un discreto 17% pone al tope de sus pedidos para el nuevo año "que mejore la seguridad". La encuesta fue realizada en el mes de noviembre último, en población adulta a nivel nacional mediante 1000 entrevistas personales y domiciliarias.

A juzgar por los resultados, los deseos de los argentinos nada tienen que ver con los personajes de la mayoría de las ficciones televisivas. Rara vez el trabajo es un tema central en las novelas. Cuanto mucho, el oficio de los personajes sirve para enmarcar la historia en algún contexto. Pero una vez establecido que tienen un taller mecánico (Valientes) o trabajan en una revista (Ciega a citas) o son jugadores de fútbol (Botineras), soderos (El sodero de mi vida), empresarios (Sos mi vida), encargados de edificio (Por amor a vos) o carniceros (Son de fierro), la trama se concentra en los vínculos personales. Las acciones y sentimientos de las criaturas inventadas no pasan, casi nunca, por sus vidas laborales.

¿Qué hay excepciones? Sí, claro: Socias, el unitario donde la profesión de abogadas de los tres personajes centrales las ponía a atender clientes además de sufrir por amores contrariados. O Lalola y Los exitosos Pells, dos ciclos en los que la redacción de la revista y el canal de televisión, respectivamente, tenían un peso específico en la hsitoria. Pero la regla general parece ser que en la ficción, se vive por y para el amor.

Y "de la situación del país" que un 32% de los argentinos desea "que mejore" en 2010, ni hablar. Ni ahora ni antes: los personajes de las telenovelas suelen vivir bastante ajenos a las cuestiones de la vida pública.

Otro asunto abordado en el sondeo de TNS también marca la diferencia entre los argentinos reales y los guionados. ¿Cuál es el deseo que prefiere entre salud, dinero y amor?, les preguntaron. Allí, la mayoría fue abrumadora: el 75% puso la salud en primer término. El amor entró en el segundo puesto, pero muy lejos: sólo el 14% lo ubicó al tope de sus deseos. Y el dinero apenas resultó prioritario para el 8%.

Qué lejos que están los personajes de ficción de los argentinos que los miramos por TV, pensé al leer los resultados. Parafraseando a Woody Allen, en las telenovelas, todos dicen te quiero. O quiero que me quieras. O por qué no me querés. O ya no puedo quererte. Y en en esas cosas del querer se les va la vida. Para los villanos, claro, el dinero es a menudo el motor de sus vidas. ¿Y la salud que el 75% de los argentinos desea más que ninguna otra bendición? Y bueno, en las novelas la salud es asunto de los enfermos. El resto vive sin tenerla en cuenta. Se diría que los han convencido de que sólo se muere de una pena de amor, una puñalada certera, una catástrofe natural o un accidente de tránsito.

Así las cosas, habrá que aceptar que lo que en la vida real deseamos, en la ficción televisiva no vende. Tal vez porque miramos las novelas para soñar un rato. Considerada con los pies sobre la Tierra, la vida no es sueño y los cuentos, cuentos son.

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