martes, 15 de diciembre de 2009

Ricardo Fort: ¿De qué se asombran?


Por Adriana Schettini.- Un millonario excéntrico se ha convertido en celebridad de la noche a la mañana, y los medios reaccionan con un asombro que no llego a entender. Como si se tratara del Big-Bang, y con una solemnidad digna de mejor causa, arremeten: ¿Cómo se explica el fenómeno de Ricardo Fort? A uno le dan ganas de responderles con otro interrogante: Perdón, ¿dónde vivieron durante las últimas dos décadas? Los que contesten "en Marte, Venus o dentro de un yoghurt" merecen alguna explicación. A los demás, basta con proponerles una serie de preguntas retóricas que les revelarán de inmediato el inexistente misterio del caso Fort. A saber:

  • ¿Les suena aquello de que la televisión es una usina de fast celebrities?
  • ¿Los descoloco si les comento que poco importa qué haga o diga el candidato a la fama veloz, porque para consagrarlo como famoso alcanza con exhibirlo en la pantalla militantemente
  • ¿Por qué les llama la atención que tantos argentinos estén hablando sobre Ricardo Fort cuando esto ocurre en el mismo país donde oportunamente han sido eje de las conversaciones Samantha, Natalia, Jacobo, Tamara, Gastón, Nadia, Marianela; así, sin necesidad de dar sus apellidos para entendernos, igual que con las verdaderas estrellas?
  • ¿Desconocían que el conductor de Showmatch, Marcelo Tinelli, tiene una gran habilidad para convertir en "personajes" a artistas con trayectoria previa, desconocidos y políticos? Como ayuda memoria, un punteo: Carmen Barbieri Jorge Lafauci, Matías Alé, Maxi D´Iorio, Ginno Renni, Abigail Pereira, Iliana Calabró y su marido, "el Rossi"? ¿Se acuerdan cuando Francisco De Narváez explicó que sus apariciones en Gran cuñado junto a su imitador hicieron que los niños se le acercaran a pedirle autógrafos al grito de "alica/alicate"?
  • ¿Sabían que en los últimos años, Showmatch se ha convertido en alimento para buena parte de la programación de todos los canales durante largas horas?
  • ¿Nadie les contó que la vida de los ricos despierta, desde siempre y en todas partes, la curiosidad de las grandes audiencias?
  • ¿Tampoco les soplaron que la mayoría de los mortales experimenta el consuelo de los tontos al ver a los millonarios hambrientos de algún pan que no poseen, y que Ricardo Fort no tiene empacho en proclamar a los cuatro vientos que tiene dinero pero que desea fama?
  • ¿Ignoraban que los humanos tenemos un costado morboso capaz de disfrutar al ver que un millonario hambriento de popularidad paga el derecho de piso que exige la TV recreando escenas de Titanes en el ring, invirtiendo su tiempo en trajinar los ciclos de chimentos, dando explicaciones públicas sobre cuestiones tan privadas como su cuerpo, sus hijosy su sexualidad?
Así es, estimados: no fue a partir de Ricardo Fort y su fama veloz que se inventó la pólvora... Ah, y a riesgo de desilusionarlos, les dejo otra noticia: los Reyes Magos son los padres.

Foto: Ricardo Fort en Showmatch. Crédito: Ideas del Sur

3 comentarios:

Flora dijo...

Ricos, nuevos ricos, millonarios excéntricos hay miles, pero creo que lo que a la gente le atrae de Fort es que su dinero es limpiecito limpiecito...lo hizo su abuelito vendiendo chocolatineeee...El tipo esperó a que su padre no fuera ya un obstáculo en sus planes de alcanzar la fama y se lanzó...es una loca, pobre (y rica!), pero por lo menos le pone huevo.
Y Tinelli es Damian Thorne

Unknown dijo...

Humildemente mi análisis: creo que Fort abrió una categoria de celebridad yanki que aqui no existia ¿Cual? La categoria Paris Hilton, en eso el tipo ha sido un precursor local, habiendo antes un mínimo antecedente en la forma de mostrar de Mariana Nanis, pero mínimo al fin.
Por lo menos, sumo una cuota de originalidad !

Mercedes dijo...

A mí me parece que los mismos que se asombran con la aparición “sorpresiva y sorprendente” de ese fenómeno, que para el caso puede llamarse Fort o Pérez, son los que contribuyen a crearlo e inflarlo, y entonces creo que esa sorpresa es, absolutamente, parte del mismo show.
Adriana, te mando un beso enorme.
Mercedes